La
muestra comisariada por Gabriel Pérez-Barreiro y Manuel Borja-Villel se plantea
como un manifiesto visual donde las obras de arte funcionan como un sistema de
sugerencias y preguntas. Articulada mediante cinco ejes principales, con otros cinco satélites personales de significación propia y, un colofón final donde
reflexionar sobre el legado de la abstracción geométrica latinoamericana. Además, gracias a las nuevas tecnologías el proyecto se expande hasta el
infinito en el ciberespacio.
Un
resumen de todo lo que allí vamos a encontrar aparece en la sala inicial de la
exposición que conecta con el primer eje de intenciones, Diálogo. Este atiende a la convicción
de que el arte puede ser también una herramienta de comunicación interpersonal.
Se trata de un conjunto de obras que tienen la firme intención de ir más allá
de un mero formalismo a través de una poética o una narratividad. Con Livro
da Criação,
Lygia Pape construye una historia de
carácter visual sobre la creación del mundo, donde el lector puede obtener su
propia lectura.
Las
matemáticas, la física, las emociones están presentes en Cubo de nylon de Jesús Soto, una pieza de
cromatismo intuitivo, arbitrario, donde nada existe-todo existe, todo cambia al desplazarnos
alrededor de la obra que magistralmente une el eje anterior con el siguiente, Geometría, una alegoría al orden
racional del universo, que alza a Piet Mondrian como icono para los creyentes
en el materialismo dialéctico que buscan un proyecto revolucionario universal.
Con
la intención de Ilusión
visual e inestabilidad óptica se encuentran algunos trabajos de Lygia Clark que
experimentan con los formatos a través de una estricta geometría mediante un
lenguaje formal severo y con formas que buscan un efecto dinámico. Una visión
del mundo más personal aparece en el trabajo de Gego, una suerte de jardín
colgante donde predominan las formas geodésicas delicadamente hilvanadas
mediante un orden que desarma la geometría. La interacción regresa a la muestra
materializada en movimiento: el del espectador que observa cómo la repetición
de elementos en las obras provoca Vibraciones ópticas al desplazarse por la sala, al
cambiar la perspectiva de la visión en trabajos que parecen estar en constante
construcción dentro de un universo en estado de flujo permanente.
Dentro de un
contexto más político, de cuestionamiento del síndrome capitalista pero con una
invitación al juego se enmarca la obra Fio de Cildo Miereles, un cubo formado a su
vez por cubos de heno a los que se incorporan una aguja y un hilo de oro de
cien metros. En un diálogo, en esta ocasión con el arte del pasado se ubican
los trabajos del último eje, el del Universalismo constructivo, obras que
comparten una misma sensibilidad espiritual.
Citrus
6906 de
Héctor Fuenmayor sugiere un punto de inflexión (y final de exposición) para
mostrar lo que hay antes y después de lo abstracto, como un paso más de un
recorrido que no está cerrado. A través de esta obra el autor reasume un papel
inherente al arte: el consistente en preservar un mínimo de contradicción,
cuestionamiento e inconformismo.
La
invención concreta
plantea una manera de cuestionar el mundo mediante la reflexión conceptual,
filosófica y hasta trascendental, instrumentos diferentes para un mismo fin, de
lo colectivo e inmediato de Perder la forma humana. Una imagen sísmica de
los años ochenta en América Latina, exposición que simultáneamente se está mostrando en el
Reina Sofía. Esa incesante búsqueda exterior de una identidad común en un
contexto que se sabe fragmentario y que paradójicamente parece caer en la
trampa de la lógica centro-periferia, llama mi atención. Soy más partidario de
comprender la identidad latinoamericana como un gran cosmos dinámico, concepto
mediante el cual América Latina se muestra al mundo exultante.
Museo
Nacional Centro de Arte Reina Sofía
La
invención concreta. Colección Patricia Phelps de Cisneros
Del
22 de enero al 16 de septiembre de 2013
www.lainvencionconcreta.org
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RVidal
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