12.17.2012

Premios Injuve 2012: Artes Visuales


CREACIÓN Injuve 2012.
 Artes visuales

04 de diciembre de 2012 – 
20 de enero de 2013

TABACALERA, Espacio Promoción del Arte. Madrid 



“¿Qué es el arte? Helarte es morirte de frío” o eso parece decirnos, vulgar e irónicamente, esta exposición en un espacio donde no se puede ir sin abrigo y donde la invención artística parece haberse quedado congelada por falta de riesgo.

Dicha exposición, comisariada por Javier Duero, ha sido realizada con motivo de la vigésimo séptima edición de los Premios Injuve 2012 a la Creación Joven en la modalidad de Artes Visuales,  una iniciativa del Instituto de la Juventud y con la colaboración del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. La convocatoria ha seleccionado a veinte artistas de nacionalidad española, de los cuales tres han sido premiados con 6000€: Eva Fàbregas, Marco Godoy y Jorge Núñez de la Visitación; cinco accésits de 3000€: Pablo Barreiro, Marta Burugorri, Leonor Serrano, Daniel Silvo y Carlos Valverde; tres proyectos en fase de pre-producción con  otros 3000€: Olmo Cuña, un colectivo (Andrea Olmedo, María Salazar, non ten xeito y Rita Buil)y Kike Medina; y cinco más seleccionados para la exposición de sus obras: Mario Espliego, Martín Llavaneras, Karlos Martínez B., Mariona Moncunill y Rafael Munárriz.

Todos ellos artistas “emergentes” de menos de 30 años que se insertan en un tiempo de crisis, de pérdida de valores, de demolición del sistema del arte, donde intentan aportar  una iniciativa propia y creativa y ser comprometidos con su época.  Para ello utilizan obras de bajo coste, principalmente de carácter audiovisual, aunque también trabajan con instalaciones, fotografías, diapositivas y obra gráfica que abarcan cuestiones económicas, políticas y sociales con el objetivo primordial de  invitar a reflexionar al espectador  sobre su situación existente, estableciendo un diálogo entre pasado y presente, desde lo cotidiano a las jerarquías de poder, con claves poéticas  y humorísticas. Obras, en su mayoría, con un carácter participativo y con el fin de un cambio de perspectiva.

La intención es, cuanto menos, interesante. No obstante, no llega a ser totalmente transgresora, se repiten características comunes del marco artístico actual: se juega con la utilización del archivo que empieza a ser ya una moda y con la apropiación y copia que habla de esa saturación de imágenes que suplantan “lo real por los signos de lo real” de la que ya hablaba Jean Baudrillard. Cuestiones también antes analizadas como las problemáticas del espacio urbano, objetos tecnológicos obsoletos, monumentos en deconstrucción, documentos históricos, instituciones artísticas, el arte de barrio.  

Cualquier tiempo de crisis es ideal para reinventarse, autoanalizarse y buscar un cambio de paradigma. Pero aquel que más arriesga, en mi opinión, es Marco Godoy. No copia, no se apropia, sino que se atreve a eliminar la imagen y su valor al lijar las monedas, poniendo en evidencia que sólo en la superficie es donde reside el valor y que se puede crear un credo a través del poder icónico. Con esta acción el joven artista se instaura como iconoclasta y realiza una crítica feraz a la situación político-económica vigente.

Con todo y aunque generalizando la exposición  es poco atrevida o sorprendente, considero necesario que existan este tipo de iniciativas y espacios como la Tabacalera que den cabida a un arte libre, joven e innovador. Nos encontramos  en el momento  idóneo para reflexionar sobre la desafortunada época que nos ha tocado vivir y si el futuro existe, sin duda, está en manos de la valiente juventud. Así pues, a todos: vayan, pero abríguense.

Desirée Martínez

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