12.18.2012

¿El aquí y el ahora de la creación joven?


El futuro, aquello que está por llegar, es lo que nos mantiene en pie. Lo real está ahí fuera y, especialmente, cuando no funciona llega el tiempo de la reflexión. A pesar de estar absorbidos por un entorno fagocitador, las propuestas de los artistas de esta muestra deberían permitir tomar el pulso al presente a través de la experiencia artística. Y desde el ahora y el aquí mirar hacia el futuro, como un soplo de aire fresco frente al mar revuelto.

La clave consistiría en averiguar si esta exposición es representativa de lo que ocurre en la escena actual más joven. En general, los trabajos aquí presentados no dejan de ser una posibilidad entre tantas, donde los seleccionados demuestran haber aprendido que discursos interesan a aquellos que deciden sobre sus obras. Pero resultan en ocasiones tan intercambiables con otras, que caen en el tedio y generan discursos no creíbles. 

Está claro que algunas propuestas profundizan en cuestiones similares y conocen algunas fórmulas efectistas. La redefinición del rol del artista sería una de ellas. Andrea Olmedo, María Salazar, non ten xeito y Rita Buil lo intentan con el trabajo “Constelaciones” generando comunidad y jugando a ser mediadores sociales. En esto último también hace hincapié Mariona Moncunill mediante la incursión en el ámbito privado de las instituciones públicas. Mario Espliego fomenta la participación ciudadana con poca fortuna. Olmo Cuña, por su parte, se pone el traje de antropólogo social.

En una línea similar de activismo y temas políticos-sociales, pero más estimulantes, se encuentra el trabajo de Daniel Silvo que presenta dos vídeos documentales donde hace política desde lo cotidiano y el arte. El proyecto expositivo itinerante “I’m Fine” de Kike Medina proyecta el coche y el viaje como metáfora de la libertad. Y la pieza de Eva Fàbregas justifica mediante lo social el impulso vital del artista hacia la experiencia estética.

En el quehacer de lo cotidiano se enmarca el trabajo de Leonor Serrano que dota a elementos corrientes de un significado político y social. Aquí el rigor analítico no está reñido con la plasmación formal. Tampoco en “Devaluando una imagen” de Marco Godoy, crítica sarcástica al sistema financiero y a lo superfluo. Las hilarantes micro-piezas de Marta Burogorri, poéticas de lo punk y lo absurdo, aparecen como un refugio ante tanta seriedad. En una línea acorde con lo “freak” aparece el ensayo de cine experimental de Jorge Núñez de la Visitación donde uno no sabe si le están tomando el pelo a propósito. 

Las reflexiones sobre el hecho artístico aparecen en las obras de Rafa Munárriz y Carlos Valverde que generan espacios fingidos y hacen partícipe al espectador. En otra línea, las recreaciones de “arqueología-ficción” de Pablo Barreiro enlazan con las conexiones insospechadas que plantea Martín Llavaneras. Por último, Karlos Martínez B trata de nuevo (otra sin más) la historia y la memoria.

Resalta que lo audiovisual esté presente de una manera tan rotunda frente a lo plástico. En ocasiones pienso qué ocurriría si se apagaran todos los proyectores, ¿cuántas de las obras se podrían ver, palpar? Con ello planteo si esta anécdota podría ser representativa de la práctica artística actual. También resulta llamativo que las propuestas respondan casi a una única dirección, caracterizada por un conjunto de referencias, formas y estrategias compartidas. En ocasiones lo discontinuo, la otredad, el abrir-mundos, se agradece. Afortunadamente las excepciones existen.

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Creación Injuve 2012 / Artes Visuales
Tabacalera, Espacio Promoción del Arte
Hasta el 20 de enero

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RVidal
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